NOICOS

22 ene 2011

CONFESIONES INOPORTUNAS - Capitulo Final

Tomo una botella de vino y aún me cuesta mucho escribir sobre este día y esta última parte de la historia pero como la memoria es frágil y egoísta empezaré de una vez antes de perder la razón.
Recuerdo la mañana de aquel domingo  fría y húmeda, yo manejaba la bicicleta a toda velocidad, no  importaba en ese momento detenerme por algún  carro y es que en Lima a esa hora encuentras las calles vacías y los semáforos de adorno,  si es que alguna vez fueron algo más. Había llegado al faro donde hace unas noches empezó toda esta historia, las confesiones  inoportunas, traía conmigo una petaca de ron y muchos cigarros, estaba ahí dispuesto a despejar las ideas y quizás también buscando algo o alguien.
Andaba muy ansioso y las manos me temblaban, quizás era producto de todo el alcohol que había ingerido la noche anterior en el bar. Estaba despeinado, tenía la cara pálida y los ojos muy rojos. Mire a todos lados, empecé a notar que las personas me miraban raro pero como muchas otras veces eso no me importo pues ya estaba acostumbrado a sentirme extraño entre los demás y también en parte siempre disfrute serlo. Seguí caminando y noté que dos policías empezaron a seguirme de cerca. Eso me molestó, ahora resultaba  que era peligroso.                                  
- buenos días joven- los dos  se pararon a mi costado, los miré de reojo  y los ignoré.
- señor buenos días – volvieron a repetirme  alzando la voz para que no quede duda de que se referían a mí, volteé y les dije.
- ¿qué pasa?
- sus documentos por favor.
- ¿Por qué?
- solo es rutina.
- ¿he cometido algún delito? Por que en vez de joder no van a cuidar las calles…
- no se ponga malcriado muchacho, en ningún momento se le ha faltado el respeto
- ¿respeto? ¿Ustedes saben que significa eso?
- bien como se rehusa  a obedecer nos tendrá que acompañar-  para complicar aún más las cosas solo faltaba que uno de estos dos tipos me agarre el brazo, una voz interrumpió todo el conflicto de esa conversación, con un tono sutil y tranquilo ese que usó la primera vez que lo conocí, se paró delante de todos y dijo.
- señores, disculpen ¿algún problema con el muchacho? ¿Podrían acompañarme un momento?-Los policías lo siguieron unos metros, yo aproveché para prender un cigarro, recuerdo que después de un rato el volvió y me dijo.
- Hola.
- que tal.
- hoy día estas muy exaltado, y creo que no es producto de tu insomnio ni de tu mala noche.
- el punto es que no se dé que.
- bien… ¿me invitas un cigarro?- saqué la cajetilla y mientras le daba uno pregunté.
- ¿Qué les dijiste?
- les dije que tu mamá llevaba cinco años muerta y que todos los años en estas fechas te ponías así que te comprendieran.
- un poco cruel tu comentario.
- es cruel para el que cree tan solo en las palabras.
- ¿a qué te refieres?
- las palabras sin sentimientos de por medio no valen nada, digo que aprecio mas a una persona por sus actos más que por las cosas que pueda decir, vamos te invito a tomar desayuno debes tener hambre, mi casa esta acá a unas cuadras.
- está bien
- ah por cierto me llamo Alejandro, la otra noche no me presenté cuando me acerqué a ti y a tu amiga, y tu eres…
- Joaquín.
Mientras caminabamos hubo mucho silencio, estaba al costado del señor que todas las noches llegaba al malecón a tocar la guitarra, el mismo que se acercó  la otra noche a Camila y a mí, viéndolo con más cuidado noté que no era tan viejo, y que su barba no era tan blanca como se veía en las noches, estaba caminando por las calles con el solitario mayor que no eran tan mayor  como me lo imaginé siempre.
Llegamos a una vieja casona de color azul y ventanas grandes,  por dentro estaba llena de  adornos antiguos y muchos libros. En sus habitaciones se podía  percibir el olor a madera vieja que tienen todas las casas antiguas, me dijo que tome asiento mientras el preparaba algo pero me fue imposible, tenía mucha curiosidad por inspeccionar el lugar. Por las fotos que observé, noté que había viajado mucho y llamó mucho mi atención sus fotos, siempre salía acompañado con una chica y su guitarra.
Revisando un poco más la casa entre en un estudio y observé que en su escritorio tenía a medio leer una de mis novelas favoritas en la adolescencia, Demian de Hernan Hesse. Agarré el libro y repasé un par de páginas, después de un rato me dirigí a la terraza a buscarlo. Ahí lo encontré sentado en la mesa, en ella habían huevos, tostadas, mermelada de mora, leche y café, todo servido de forma muy ordenada para tomar desayuno. Me senté a su lado y empezamos a conversar.
- bueno Joaquín ¿Qué hacías tan temprano por el faro?
- en realidad no tengo muy claro lo que hacía pero fui a buscarte- mi respuesta lo sorprendió, sentí angustia en su mirada, se quedó callado un rato y con temor respondió.
- ¿Por qué a mí?
- no lo sé, me sentía mal y no tenia con quien conversar y como tú apareciste la otra noche y dijiste ciertas cosas que... fuiste la primera persona que paso por mi cabeza creo que no tengo un tema específico pero sabía que podía contar contigo… lo sentí.
- bien- lo volví a notar nervioso, como si le inquietara saber qué es lo que me pasaba. Aproveché ese momento para abrir el libro que traje de su estudio y le dije.
- encontré este libro en tu escritorio, es uno de mis favoritos, hay una frase que  siempre me perturbo “cuando se le teme a alguien es porque a ese alguien le hemos concedido poder sobre nosotros” es perfecta.
- ¿y tú le tienes miedo a algo, o alguien?- me miraba fijamente y muy atento a cada palabra que podía decir
- a muchas cosas,  a la indiferencia, al egoísmo, a mis formas falsas de vivir, al mostrarme con los demás con sinceridad y sin poses de por medio.
- ese es un gran problema.
- si lo sé.
- entonces empieza liberando tus miedos, las limitaciones del ser humano siempre parten del temor, para que eso no ocurra debemos sincerarnos.
- pero el temor nace de cosas que experimentamos y no queremos que nos vuelvan a pasar, es algo que no podemos controlar- en ese momento sentí confianza en liberar mi mente y el agregó.
- no, el temor es una acción preestablecida del inconsciente, o una idea creada que no quieres que ocurra , tienes que empezar a ser sincero contigo, eso te llevara a darle solución a muchas cosas y dejaras de pensar tanto cada palabra, actuar a veces es más sencillo y sincero a la vez, es lo que nos hace humanos.
- pero se corre el riesgo de vivir dependiendo de los demás,  no decir ni ser sincero es mi gran defecto y eso a veces me lleva a confundirme y a no saber a ciencia cierta qué es lo que quiero.
- empiezo a notar que todo el tiempo te la pasas fingiendo ser alguien, ¿nunca te paso que conociste a personas que sin decir algo te conocían de verdad?
-claro y todas ellas se fueron de mi vida y aun no las olvido.
- la vida es una prueba no puedes cerrarte por temor, Joaquín ahí está tu error y es por eso que andas tan insatisfecho e inseguro de todo.
- puede que tengas razón- empezaba a sentir un poco de alivio al estar conversando con Alejandro, sentía que mis experiencias en parte habían sido también suyas y era por eso que sin muchas palabras lográbamos entendernos.
Así nos la pasamos una hora tomando café, fumando unos cigarros y también escuchando música hasta que llegó el momento de la despedida, pase una mañana algo extraña y llevaba muchas horas sin dormir pero había encontrado quizás una solución a las dudas que rondaban por mi cabeza, ahora era importante demostrarme que tan sincero podía llegar a ser con las personas que me rodeaban, sobre todo con Camila. Le dí un fuerte abrazo al momento de salir, Alejandro me sonrió y me dijo:
- empieza por ser tu mismo, deja el miedo de lado y también deja de planear  todo, no juegues a ser Dios, el tiempo desaparecerá tus miedos si es que tú dejas que todo salga a flote.

Saliendo de ahí me dirigí a la casa de Daniela, tenía que arreglar las cosas pues estar distanciados me parecía desagradable e injusto. Su mamá me dejó pasar como de costumbre, me di cuenta que Daniela no supo de mi llegada pues al verme me lanzó muchas cosas y soltó muchas palabras hirientes, solo recuerdo una sola frase de todo lo que dijo “eres un imbécil y egoísta, madura”.
Fue más por temor a escuchar mas adjetivos que la interrumpí, me tomó un rato tranquilizarla y hasta llegué a pensar en amarrarla a una silla y ponerle un parche en la boca, las mujeres cuando se molestan son intratables y hablan tan rápido que hasta me atrevería a decir que inventan un idioma. Después de varios minutos se calmo, le expliqué la razón del por qué no fui a su casa y le pedí disculpas, después de la conversación con Alejandro sentía que debía intentar  ser mas honesto y no darle tantas vueltas a las cosas, ahí estaba ella sentada se le veía muy decepcionada mientras que yo estaba parado contándole la historia de la noche anterior, cuando terminé ella dijo.
- espera, ¿la llegaste a besar?
- su abuela nos interrumpió, la quise matar pero a la vieja ya le quedan pocos años de vida, me iba a ir  a la cárcel por gusto.
- ¿en verdad no eres gay?
- Daniela por favor, cuando realmente me enamoro todo lo hago sutil, se hace una gran poesía cada instante compartido y cada acción sin cumplir alimentan aun mas mis sueños, es bien intenso, toma nota  que en los sueños no hay nada sexual es puramente sentimental.
- ¿y eso sucede también con Camila?
- ¿también? No te entiendo.
- contigo no se sabe Joaquín, vives enamorándote a cada rato, realmente eres muy tonto, seguiré  enfadada contigo por más tiempo pero  te perdono ahora si vete.
- ¿me voy? ¿Por qué vas a seguir molesta, ya te expliqué?
- hasta que te atrevas a decirle la verdad de tus sentimientos a esa chica y dejes de crear barreras como un niño de 5 años, vete nos vemos el lunes en clases … ah por cierto ni se te ocurra escribir de esto pues seguro lo intentaras, esta historia es muy cursi y patética, ¡te morirías como escritor!.

Entendí que el enojón se le había pasado y si se dio cuenta del engaño ya no le molestaba, se notaba que había disfrutado demasiado que le cuente la verdad, logré el cometido por el que fui esa tarde a buscarla y si algo me parecía repetitivo era que nuevamente me volvían a tocar el tema de la sinceridad, como si las personas que me hablaran ese día estuvieran dispuestos a conspirar para lograr algún cambio en mí, me parecía muy correcto todo eso.
Seguí caminando y noté que mi celular estaba vibrando, al contestar escuché la voz de Camila, me dijo si nos podíamos encontrar pues tenía que conversar conmigo y accedí, era el momento que estuve esperando y esta vez no iba a dejar pasar la oportunidad de manifestarle mis emociones , quedamos para encontrarnos a las 6 de la tarde en el malecón, nuevamente todo me volvía a llevar ahí, como faltaba aproximadamente una hora decidí ir caminando.

 Al llegar al parque la vi sentada en las bancas, mientras me acercaba el miedo brotó de forma incesante, sentí un nudo en la garganta y las ideas empezaron a mezclarse una con otra de forma  cada vez más rápida.
- hola- dijo
- hola Camila, me llamaste ¿pasa algo?- no podía mirarla a los ojos, después de tantas conversaciones intuía que esta no iba a ser la mejor
- nada fuera de lo común, quería conversar contigo y decidí llamarte - las respuestas de Camila  siempre eran  directas y sin titubear.
- bien, ¿como estas?
-no sé,  un poco confundida.
- ya somos dos.
- no sé exactamente por que pero sé que tiene que ver contigo.
- ¿eso es bueno o malo?
- Solo es  no importa nada mas…- la veía triste como si una mala noticia fuera a darme.
- no importa mucho que tan confundidos podemos estar los dos, al menos sabemos que tenemos que conversar,  quizás así aclaremos algo.
- yo también creo eso Joaquín- ahí estábamos los dos sentados una vez más sin poder hablar pero queriendo, después de un minuto de silencio nos miramos a la cara y presos de nuestro nerviosismo nos matamos de risa, eso me animó a tomar la palabra.
-  ya esto parece una novela, es como si alguien estuviera escribiendo de nosotros… me siento un personaje de novela mexicana y eso me hace sentir muy mal.
- jajajajajaja tonto, ¿te cuento algo?,  siempre me llamó la atención saber que piensas los pocos ratos en que te quedas callado.
- ¿y eso?
- siempre te he sentido  confundido y también me he dado cuenta que tratas de confundir a todos los que están a tu alrededor, es como si te gustara esconder tu personalidad  y sí, admito que me llamó mucho la atención eso y conforme pasaba el tiempo y te conocía me daba curiosidad a la vez saber de las mil historias que tu cabeza podía estar creando.
- con todo esto me quieres decir… no entiendo.
- solo escucha y cierra la boca ¡entendido! Al transcurrir los meses  empecé a entenderte y hasta llegué a sentir que me pasaba muchas veces lo mismo, si hubiera sabido que las cosas que compartimos me iban a llevar a sentir algo por ti, nunca hubiera dejado que te acerques, ahora después de todo tengo grabado en mi cabeza; tus palabras, regalos, comentarios, chistes, tu silencio. Absolutamente todo y es que como te dije en parte he descubierto que también tengo cosas de ti, por eso es que se nos hizo tan fácil hacernos amigos en poco tiempo.
- esa es una buena noticia, resulta ahora que solo te hacías la cuerda por que estas más loca que yo, con razón…
- que hablas tonto, dejame terminar, contigo me siento yo misma y es raro pues siendo tan distintos compartimos muchas cosas,  la diferencia es que tu lo exteriorizas y yo muchas veces por temor lo guardo, ahora después de haberte conocido se me va hacer muy difícil olvidarme de ti…- al decir esas palabras un temor invadió todo mi cuerpo, sabía que la noticia que me iba a dar no me era ajena, ya la había deducido noches atrás pero no quería pensar que era realidad, su conducta ultimamente fue rara, y eso podía ser solo por dos razones. la primera que no me quiera y la segunda que haya algo que este fuera de nuestro alcance que nos impida seguir juntos.
-¿por que olvidarme?, ¿es necesario que hagas eso?- le cogí las manos y por fin la miré a los ojos.
- Joaquín me voy de viaje mañana a España, me he ganado una beca para estudiar allá, todo era un supuesto, mi profesor me dijo que un delegado de una escuela de ballet en Sevilla  iba a venir a verme pero no pensé que seria tan pronto.
- bueno con esto ahora si entiendo cuando dijiste que hacías daño a todos los que te rodeaban. Descuida, puedes irte a la china si quieres igual vas a seguir siendo muy importante para mí, Camila gracias a tu amistad aprendí que no hay mejor manera de ser feliz que ser sincero y una distancia no me hará olvidar las cosas que pasé contigo, las circunstancias de crecer siempre nos llevaran a cosas así, entiendo, tu eres la mejor canción que he podido escuchar y eso no se olvida tan fácil.
- tal vez en otras circunstancias…
- o tal vez nunca, te quiero y por esa razón no me obsesiono, dejemos que el tiempo decida.
- en verdad eres raro, yo también te quiero.
- ¿y por cuánto tiempo te vas?
- todo el año.
- mmmm ¡tu si te pasas eh! Yo también debo confesarte que no tengo el recuerdo exacto del momento en que me empecé a sentir atraído por ti, no eres la más bella, no era la más inteligente, pero eres la compañera que imaginé, tus  palabras e ideas cautivaron mi corazón, me alegra mucho que hayas logrado esa beca, en otras circunstancias buscaría  una respuesta a  todo pero eso es algo que ya no haré- la tarde estaba cayendo y los dos estábamos sentados en la banca confesando algo que debió darse bastante tiempo atrás, me sentía muy bien, y las confesiones inoportunas ya no eran un problema, había servido de mucho conversar esa tarde. Nos abrazamos y nos quedamos así mirando caer el sol. Después de un rato ella dijo.
-¿quieres que te diga algo?
- si es algo positivo vamos dilo de una vez.
- te voy a llamar todos los días.
- asuuu ¿crees que te voy a contestar?
- jajajaja  también si quieres que te llame no te obligo.
- descuida Cami, guardaré algo de querer por si alguna vez piensas en mi.
- no lo dudes que eso lo haré muy seguido a menos que…
- ¿consigas un español guapetón?
- jajajaja  me refería a que no me guste la vida allá y me regrese.
- o sea ¿hay un posible retorno pronto? Tu eres como el perro del hortelano, no comes ni dejas comer, que entiendo por esto que dices que te espere, ¿que no salga con nadie más?… por favor tu si te pasas...
- ay tonto, haz lo que quieras.
- descuida me perderé en mi habitación jugando play, después de un tiempo tranquilo y sonriente me iré a bailar para conocer personas y seguro al final terminaré escribiendo todo lo que pude haber soñado contigo motivado por algunas copas de más…
- jajajajaja me parece genial.
La tarde cayó y la despedida con Camila fue genial, en ves de ser un momento triste, los dos nos relajamos y confesamos todo lo que sentíamos , nunca la besé al momento de la despedida, le dí un fuerte abrazo y cogiéndoles las manos le pedí que me traiga un trago exótico de regalo, mientras terminaba de reírse me miró fijamente a los ojos, tomó mi cara y me dio un beso en la mejilla.
Quizás así debió ser siempre o quizás aun no era nuestro momento, tanto ella como yo teníamos la ligera sospecha de que aun habían capítulos no abiertos y eso hacía de nuestra despedida un momento muy dulce y tierno.


Ahora sentado en mi habitación me cuesta recordar cuando fue que volvió de su viaje y nada de lo que creímos o nos dijimos sucedió. Supongo que  eso fue lo mejor, muchas veces quise llamarla y oír su voz, volverme a embriagar de sus ideas locas, de conversaciones hasta altas horas de la noche, aun extraño sus ocurrencias y muchas veces estuve a punto de... pero no paso, ella me llamó seguido pero nunca conteste, escribió mails donde me pedía explicaciones a la indiferencia, tampoco le respondí. Seguí esquivándola hasta que Camila un día me dejó un mensaje en el teléfono que decía “no te molestes en llamarme, no te preocupes ya entendí” y se cansó. Nuestro encuentro fue inevitable , pues teníamos muchos amigos en común, después de la conversación en el malecón pasaron alrededor de 14 meses para volver a encontrarnos,  fue justamente en el cumpleaños de una chica del grupo,  los dos actuamos como si no nos conociéramos,  así nos la pasamos todas las reuniones siguientes, nunca volvimos a hablar de nosotros y  nadie volvió a preguntar si alguna ves fuimos algo mas, de vez en cuando ella me miraba fijamente a los ojos y yo a lo lejos  le respondía con una sonrisa, otras veces producto del alcohol me animaba a acercarme pero ella odiaba verme así y como era lógico se alejaba pues sabía que no iba a recordar nada. Así nos la pasamos un año entero, hasta que en una fiesta de fin de año  en la playa conocí a mi actual enamorada, Andrea, pero esa ya es otra historia…

8 comentarios:

  1. Terminaste!! esperé mucho. No pensé que el final fuera de esa manera, pero me gustó. La parte que me agradó más fue en la que citas esta frase "Cuando se le teme a alguien es porque a ese alguien le hemos concedido poder sobre nosotros" de Demian de Hernan Hesse, me hiciste reflexionar.
    Cuidate
    cse

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  2. Anónimo23/1/11

    No sabes lo que espere por esta entrada!
    Y para ser una persona a la que solo le gustan los finales felices, este me gusto DEMASIADO!!
    Es que, al fin y al cabo, todos los finales son felices, no?
    Me encanta como escribes. Saludos :)

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  3. "no eres la más bella, no era la más inteligente, pero eres la compañera que imaginé,"

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  4. A tu mejor amiga?jajajaja y esoo?:)
    Madre mía yo si que llevaba tiempo sin pasarme por aqui que me he perdido toda la historia, pero me ha gustado, sisisi

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  5. gracias por los comentarios :)

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  6. Hola!!

    Madre mía... un tiempo sin venir por aquí, culpa de los exámenes y el trabajo ¬¬, y ya tenemos lectura atrasada... ¡¡a ponerse las pilas!!

    Por cierto, uno de los nombres que nos facilitaste para nuestra historia "Invierno", Sofía, ya lo hemos usado en el capítulo 3. En el próximo capítulo o el siguiente, el personaje se llamará de otra manera pero su nombre principal será siempre Sofía. Todo esto tiene un porqué... Si quieres saber más, te invitamos a que leas nuestra historia ;)

    Saludos. ¡¡No leemos!!
    IsisNfert y LePetitMonde

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  7. Muy largo, pero MERECE la pena leerlo. En serio

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