F. C.

Hoy en el cielo habrá una gran fiesta, donde abundara la comida, los regalos, la buena música y muchas personas estarán reunidas en tu nombre, seguro debes estar preparándote en alguna peluquería de por allá haciéndote la manicure o pintándote el  pelo para estar hermosa, hoy como dice la abuela debemos  estar contentos por ti  pues estas en un lugar mejor  y aunque la vida ya no sea azul desde tu partida, aún me quedan las hermosas historias vividas contigo que me hacen sentir orgulloso y muy afortunado por  haber tenido a una mujer como tú a mi lado todos estos años.

Hoy olvidaré los momentos tristes que alguna vez hemos vivido juntos pues hasta en lo imposible de tu enfermedad me demostraste que  tu belleza fue siempre posible, y aunque en este momento  tenga un nudo en la garganta y una soledad invada mi mente sonreiré y  te llevaré muchas serenatas con el corazón...

Hoy día desearía darte un fuerte abrazo y si Dios me lo permitiera quisiera también poder  ir a visitarte y así estar presente en tu fiesta, y cuando todo haya acabado sentarnos  en una mesa para conversar de nosotros  y de lo extraña y difícil que es la vida ahora que estamos separados, contarte de los problemas  y decepciones que me están haciendo daño, de mi trabajo y de los estudios que siempre te preocuparon y de las cosas del amor de la que tantas veces salimos lastimados, contarte de tu familia a la cual le haces mucha falta, sobretodo te hablaría de la abuela y lo temerosa y tierna que se esta volviendo con el transcurrir del tiempo, ella ahora es una niña triste que canta de noche y duerme de día... 
Quisiera ir a pasear a los lugares bonitos donde estas ahora y caminar agarrados de la mano escuchando tus irreverentes comentarios, tu exagerada y escandalosa risa, tu temeroso y sutil llanto, disfrutar cada momento a tu lado y al final cuando el sueño se acabe y tengamos que despedirnos mirarte a los ojos nuevamente y decirte con todas mis fuerzas  feliz cumpleaños mi gordita… TE AMO.