6 abr 2025

REINVENTARSE

Hay momentos en los que la vida pide una pausa.
Y en un mundo donde sentir parece un acto rebelde,
la soledad es mi refugio más honesto.
Ahí no solo me encuentro…
también me reinvento. 



Soy de extremos.
A veces estoy, y a veces no.
Y no es porque no los necesite,
sino porque también me necesito.
Porque para volver a darlo todo,
tengo que volver a mí.
Y por eso, cuando el alma me pide silencio, me retiro.

Esta fuga es regreso,
una vuelta hacia mí,
para encontrarme, para entenderme,
para no perderme entre el ruido del mundo.

He aprendido que también habito en la ausencia,
en la pausa, en la sombra.
Y que el amor —el real— entiende eso.
No exige que siempre esté presente,
solo pide que sea sincero.

Desaparezco, sí.
Y no siempre hay una razón.
Solo una profunda necesidad de volver a casa…
la que llevo dentro.

Porque aislarse no siempre es huir.
A veces es volver y abrazarse.
Y en ese abrazo silencioso,
se gesta el reencuentro más honesto con uno mismo.
Para después volver al mundo con más verdad.

Y en esos momentos donde la soledad no exige nada, soy feliz.
Rodeado de pensamientos, canciones y palabras.
Y aunque parece que no hay nadie,
el silencio me inspira y me acompaña.

Y luego regreso.
Más claro, más limpio, más entero.
Y regreso con risas,
con nuevas notas,
con llanto y con amor.

Porque para mí, conectarme con otros
solo tiene sentido
si estoy conectado conmigo mismo.

JP.

No hay comentarios:

Publicar un comentario