11 oct 2025

Respirar

Quizás lo mío no es amar a una sola persona,
sino a todo: a la vida, al momento y a ese desorden interno que me habita.

Amo a mis perros, al mar que me escucha,
a la música que me salva
y a los libros que siempre me rescatan y me invitan a soñar.

He aprendido a vivir abrazando sin esperar nada a cambio.
No me asusta el silencio: se volvió cómplice.
No me duele la ausencia: la convertí en refugio.

A veces pienso que la soledad, cuando se habita con amor no es un castigo,
sino una forma de libertad
que me protege del ruido del mundo
y de la forma en que todos corren sin parar.

Sí, esta vida es mía.
La quiero así y me gusta.

Me gusta esta paz que no depende de nada,
este amor que no pide permiso para entrar,
esta intensidad profunda que no busca poseer, sino conectar.

Porque a veces,
el amor fluye distinto:
como un recuerdo leve y una sonrisa suave que no necesitan quedarse
para perdurar.





No hay comentarios:

Publicar un comentario